Es cierto, la mente de los niños es como una esponja que absorbe con mayor facilidad lo que se les enseña. Aquí te contamos 10 ventajas de que tu hijo tenga una inmersión en inglés desde preescolar.
Hasta los cuatro meses los bebés pueden discriminar las particularidades exclusivas de los fonemas y, por lo tanto, son capaces de identificar diferentes lenguas gracias a la plasticidad de su cerebro, permitiéndoles aprender cualquier idioma al que estén expuestos.
Y esto ¿por qué se da? Para explicarlo es importante tener en cuenta que para aprender un idioma existen dos niveles: el léxico (adquisión de vocabulario) y el sonoro (fonemas).
En cuanto al primer nivel, toda la vida se aprenden palabras nuevas, por lo tanto, no hay límite de edad en este sentido para aprender un nuevo idioma. Sin embargo, cuando se trata del aprendizaje de los sonidos, la edad sí tiene un factor relevante.
A partir de los cinco meses, se comienzan a reconocer los sonidos que más escuchan a su alrededor, especializándose en lo que oyen con mayor frecuencia, es así cómo adquieren su lengua materna. Hasta los seis años el idioma del niño está en plena construcción y se encuentra en etapa muy rudimental.
Así como el idioma, también sucede con otras áreas de conocimiento. Nunca es temprano para que tu hijo tenga una inmersión en inglés, ciencias o incluso matemáticas, solo es saber cómo llegarle de acuerdo a su edad.
“Así como con la edad va aumentando la capacidad para conocer palabras nuevas, sin ningún límite, va disminuyendo la capacidad de crear un repertorio fonológico nuevo, o sea, aprender nuevos sonidos”.
Albert Costa
Psicólogo y profesor de investigación del Centro para Cerebro y Cognición de la Universidad Pompeu Fabra (UPF) de Barcelona, España.
El objetivo del aprendizaje de los niños es diferente al de los adultos. Mientras los primeros aprenden para comunicarse con el entorno, y por lo tanto, aprenden el idioma de forma oral e inconsciente, los segundos aprenden de forma oral y consciente.
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En los primeros años de vida, tu hijo tiene la capacidad cerebral para aprender un segundo idioma, por lo tanto, podrá reconocer los fonemas de cada lengua, incluso llegando a pronunciarlas naturalmente.
Si desde el preescolar tu hijo tiene una inmersión (no solo acceso a clases) en un segundo idioma, podrá: