Ser padres

5 claves para fomentar una sana convivencia escolar

La falta de respeto, discusiones entre estudiantes o alumnos que contestan de manera desafiante, que no quieren participar durante las clases son solo algunos de los conflictos que los profesores en el mundo deben enfrentar diariamente. El tema de la convivencia escolar cada vez cobra más relevancia, pues a través de ciertas herramientas se busca formar y fortalecer al estudiante con el fin de que sea él mismo capaz de solucionar conflictos propiciando así un ambiente sano para el aprendizaje. 

¿Cómo lograr esto? Ese es el gran desafío. El psicólogo Andrew Fontal, nos entrega algunas pautas para lograrlo.

1)  Evaluar si las actividades que fomenten la prevención y promoción de la sana convivencia general realmente una reflexión y una formación. Es decir si tienen un carácter pedagógico dentro de los estudiantes.  

2) Establecer límites muy claros alineados con nuestro reglamento de convivencia en donde no seremos tolerante al mal trato y cualquier manifestación de éste. El manual de convivencia deberá ser coherente con límites claros y consecuencias que sean más formativas, que punitivas, es decir, que puedan brindar toda una reflexión al estudiante y a la comunidad educativa.

3) Favorecer que los estudiantes puedan colaborar como agentes de cambio en su entorno  debido a que los pares provocan un mayor impacto en la resolución de conflictos. Es bueno permitir que los chicos puedan intervenir al momento de mediar entre dos estudiantes que han tenido un conflicto, eso puede crear un mejor ambiente. Esto es posible con la creación de un grupo de mediadores escolares.

 

4) Promover actividades en que se socialice la importancia del buen trato, que los profesores trabajen en el horario de clases algunas actividades que promuevan el desarrollo de habilidades sociales, capacidad de comunicarse asertivamente, maneras adecuadas de resolver los conflictos y en general herramientas de comunicación. Esas habilidades sociales y emocionales le permitirán agenciar y afrontar los conflictos que día a día hacen parte de la cotidianidad de la etapa escolar y la etapa adulta.

 

5) Por último, es vital que este proceso tenga coherencia con lo que pasa en la casa. Si bien las normas se colocan dentro del ambiente escolar, estas mismas normas deben ser replicadas en los hogares para que los chicos puedan tener la posibilidad de encontrar tanto en los padres de familia como en el colegio, un mismo lenguaje. Trabajar con ellos todo el tema de comunicación asertiva y escucha activa desde casa con diálogos constantes a la hora de la cena o en otros espacios es un gran primer paso.

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